En 1947 el Ayuntamiento de Burgos aprobó homenajear a Rodrigo Díaz de Vivar dedicándole un monumento en su nombre.
La estatua ecuestre tiene una altura de cuatro metros y fue fabricada en bronce por Juan Cristóbal con la ayuda del arquitecto Fernando Chueca.
Se encuentra posada sobre una planta cuadrangular realizada con: granito gris para el zócalo, rosáceo para la parte central, y caliza para la parte superior.
A ambos lados de la planta están inscritos unos textos, en los que se puede leer:
EL CAMPEADOR LLEVANDO
CONSIGO SIEMPRE LA VICTORIA
FUE POR SU NUNCA FALLIDA
CLARIVIDENCIA
POR LA PRUDENTE FIRMEZA
DE SU CARÁCTER Y POR SU
HEROICA BRAVURA
UN MILAGRO DE LOS GRANDES
MILAGROS DEL CREADOR.
CONSIGO SIEMPRE LA VICTORIA
FUE POR SU NUNCA FALLIDA
CLARIVIDENCIA
POR LA PRUDENTE FIRMEZA
DE SU CARÁCTER Y POR SU
HEROICA BRAVURA
UN MILAGRO DE LOS GRANDES
MILAGROS DEL CREADOR.
(Al otro lado:)
AÑO 1099 : EN ESPAÑA
DENTRO EN VALENCIA MURIÓ
EL CONDE RODRIGO DÍAZ.
SU MUERTE CAUSÓ EL MÁS
GRAVE DUELO
EN LA CRISTIANDAD
Y GOZO GRANDE ENTRE
SUS ENEMIGOS.
DENTRO EN VALENCIA MURIÓ
EL CONDE RODRIGO DÍAZ.
SU MUERTE CAUSÓ EL MÁS
GRAVE DUELO
EN LA CRISTIANDAD
Y GOZO GRANDE ENTRE
SUS ENEMIGOS.
En 1954, un camión transportaba las doce piezas de las que consta el monumento desde la fundición de los hermanos Codina (Madrid) hasta Burgos. El veintitrés de julio de 1955, en la anteriormente llamada 'Plaza del general Primo de Rivera', actual 'Plaza del Cid', se inauguró la estatua del Cid. Las autoridades militares, municipales y religiosas junto al alcalde Florentino Díaz Rey y numeroso público, se congregaban en la plaza para presenciar la descarga y montaje de la estatua.
El alcalde pronunció un discurso al pie de la estatua. A continuación, Franco, quien acudió a la inauguración con su mujer, descendió de la tribuna, y ambos, Franco y Florentino, depositaron una corona de laurel junto a la estatua para que el monumento quedase inaugurado, seguido de numerosos desfiles.
Con la espada desenvainada y la capa al viento, sobre los estribos de su montura, el Campeador ofrece una imagen imponente y arrogante en dirección al destierro.
Rubén y Alberto.
1C
No hay comentarios:
Publicar un comentario